JJROSALES

Vivir de lo que amas

Por: Mirza Rodríguez

¿Es posible vivir de lo que amas? Es una pregunta que estoy segura que te has hecho en algún momento de tu vida.

Sin importar la generación a la que pertenezcas, baby boomer, millenial, centennial, etc. el común denominador es esa creencia tan socialmente aceptada de que “cuesta ganarse la vida” y damos por hecho que eso implica un gran sacrificio, por lo que pensar que podemos vivir de algo que de verdad nos guste, algo que realmente amemos, es muy poco probable.

¿Cuántas personas conoces (o incluso tú misma/o) que estudiaron una profesión por compromiso social, porque la familia así lo deseaba o simplemente no veían otra posibilidad? y si bien no significa que sea algo necesariamente malo, tampoco nos ayuda mucho en nuestro camino a la realización personal.

La pandemia sin duda vino a cambiar totalmente nuestra vida como la conocíamos, pero desde mi punto de vista, también llegó como un muy necesario recordatorio de que nada está asegurado y aunque suene muy cliché, la vida es demasiado corta para no atreverte a ser feliz.

Sí, te lo digo por experiencia propia, yo estudié Ingeniería en Biotecnología, enamoradísima de mi carrera, y fue justo durante mis años universitarios cuando descubrí mi gran amor a la repostería, por allá del 2011. Como la mayoría de emprendimientos, para mí comenzó como un hobby, una actividad extra para la cual resulté tener talento y que además me ayudaba a relajarme.

Justo a mitad de la carrera, y gracias a mis compañeros que comenzaron a hacerme pedidos me di cuenta que podía monetizar ese pasatiempo. Con ayuda de las redes sociales que en ese entonces apenas comenzaban, pude llegar a más personas e iniciar una marca sólida. Lo irónico es que, si bien sabía cómo realizar una prueba PCR, no tenía ni idea de cómo desarrollar un plan de negocio, por lo que todo fue “prueba y error”.

Después de terminar mi carrera y ejercer por un corto tiempo, me di cuenta que no me sentía tan feliz como lo esperaba; un par de años después llegó la gran oportunidad para lazarme de cabeza al vacío y comenzar mi sueño de “emprender en serio”, fue así que desde el año 2017, dije sí a este viaje de aprendizaje, éste del que nunca nos hablan en la escuela, que solemos romantizar y subestimar a veces.

Hoy puedo decir que vivo de lo que amo, y no me arrepiento de nada, ni siquiera de la profesión que elegí, pues ahora sé que cada decisión que tomé me ha traído hasta el día de hoy, aquí escribiendo esta columna con la mano en el corazón, para decirte a ti que: Sí, es posible vivir de lo que amas, con trabajo, aprendizaje constante y disciplina, es una meta totalmente alcanzable.

Y a ti, ¿Qué te hace falta para atreverte?

 

Mirza Rodríguez

 

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