Por Sarah Ontiveros
En la actualidad la mayor parte de la población utiliza internet, ya que, es una herramienta que nos ayuda a mantenernos comunicados, informados, entre muchas otras cosas. Así como podemos encontrar información que nos ayuda a resolver nuestras dudas, completar tareas y hasta entretenernos, también podemos encontrar información relacionada con la sexualidad, el problema aquí es que esta resulta no ser tan acertada.
Muchos medios de comunicación se encargan de vender un “prototipo” del cuerpo masculino o femenino, lo que termina distorsionando la realidad, generando en la población expectativas “difíciles” de alcanzar, tanto con cuerpos como con sentimientos y es en internet donde encontramos información errónea en cuanto a la sexualidad, ya que aquí se nos presentan imágenes totalmente diferentes de la realidad.
La sexualidad en internet puede ser tanto de carácter benéfico como perjudicial, ya que el internet termina siendo un arma de doble filo; del lado benéfico encontramos que se puede obtener información sobre métodos anticonceptivos, enfermedades de transmisión sexual, entre otras cosas; mientras que, del lado perjudicial, hay plataformas en donde existen videos con contenidos pornográficos, violentos e inapropiados, lo cual es sumamente preocupante, ya que con la llegada del internet y los teléfonos inteligentes, tener acceso a estas plataformas se ha vuelto tan sencillo como buscar cualquier otro contenido en línea y lamentablemente no hay nada ni nadie que pueda impedir que los menores de edad tengan acceso a este tipo de páginas.
Andrea Dworkin ha señalado que “el incremento de violencia machista es directamente proporcional a la evolución del porno como un contenido cada vez más sádico, violento y de fácil acceso”. El mundo del porno NO nos enseña a ser seres más sexuales o más “satisfechos”, sólo nos muestra una práctica sexual sin límites, relaciones imposibles y por ende una visión totalmente irreal a la esencia de los seres humanos en cuanto a la sexualidad. La pornografía presenta una percepción exagerada del nivel de actividad sexual de la población en general, además de ser violenta, machista, misógina y capitalista.
Finalmente, es imposible decidir si el internet es bueno o malo para impartir o conseguir información sobre educación sexual, ya que, si se utiliza de manera correcta, resulta benéfico y cuando se hace mal uso de él, termina generando todo lo contrario a una buena educación sexual integral. Lo importante es que todxs reconozcamos cuales son aquellas páginas o plataformas que son más adecuadas para informarnos si tenemos problemas o dudas; lo mejor es verificar la fuente, saber quién se encarga de validar los datos expuestos y así poder tener información certera en nuestras manos.
Los seres humanos no somos maquinas, no tenemos relaciones sexuales inmediatas, reaccionamos diferente a cada situación.
“Como mujer, creo que la pornografía es una vergüenza. Empecé a ver pornografía cuando tenía 11 años. Realmente me destruyó el cerebro. Estoy tan enojada de que la pornografía sea tan amada…”
-Billie Eilish
