¿Se va Aureoles?
Por: Juan José Rosales Gallegos.
Morelia, Michoacán a 13 de junio de 2017.- En uno de los eventos públicos que encabezó el fin de semana Silvano Aureoles mencionó, “el Partido de la Revolución Democrática no nació para ser un partido esquirol”.
De nueva cuenta una declaración del gobernador michoacano, vinculada al futuro político-electoral del país, levanto harto polvo. Según un diario de circulación nacional, Silvano avisa que renunciará entre octubre y noviembre del presente año para buscar la nominación del partido del sol azteca y contender por la presidencia de la república.
Quienes no conocen la política, el arte de maniobrar con el desear, decir y hacer, toman las palabras de forma literal y por lo regular siempre llegan a conclusiones erradas. Recuerdo los escandalosos titulares posteriores al dicho, todos encaminados en una dirección equivocada olvidando la reflexión, que podría el camino correcto.
El lugar obtenido por Juan Zepeda (para algunos de forma ficticia) en la elección a gobernador del Estado de México, catapultó, al otrora roquero greñudo, a una cómoda posición; algunos lo ven como líder nacional del PRD; otros más optimistas, como el abanderado del partido negro y amarillo a la presidencia. La estructura fue sacudida por el inesperado resultado.
Los que atrás de Zepeda “mueven los hilos”, entienden el momento como una oportunidad maravillosa para avanzar en el tablero perredista, quitando el lugar a los que históricamente han ocupado un asiento. Se viene el tiempo de definiciones y todos buscan estar en la mesa para alcanzar una rebanada de pastel.
Silvano Aureoles seguramente pensó en levantar la mano, para proteger su espacio y que no lo dejen fuera. Simplemente no quiere dejar de ser factor de decisión en su partido. Al ser cuestionado sobre el tema, el gobernador mencionó que la nueva dirigencia del sol azteca deberá surgir de un equilibrio de fuerzas, de un debate interno; sin dar ventajas o avasallar en el proceso. Lo primero que se debe hacer, desde su punto de vista, es proteger al instituto político, su identidad y fortalezas.
Es cierto que la declaración de Aureoles movió todas las conciencias y aspiraciones de varios. La oposición aprovecho para fustigar al ejecutivo estatal y recordarle que su palabra empeñada de mantenerse en el cargo los seis años. Propios y extraños están hablando sobre el tema; su propio equipo de sintió sacudido, algunos hasta excluidos.
¿Se va Silvano Aureoles? Es una posibilidad pues se ha convertido en uno de los liderazgos visibles de su partido. Lo que nadie se ha preguntado es, sobre el “momento” para que siga su aspiración. Aureoles es un político maduro que no se “calienta” tan fácil. Algo hay atrás de algo, que puede sonar en primera instancia, a “chaqueta mental”.