JJROSALES

Se requiere un golpe de timón y autoridad

Por: Juan José Rosales Gallegos
Morelia, Michoacán 5 de septiembre de 2023.- No es la primera vez, ni será la última, que el “bunker ideológico” de Alfredo Ramírez Bedolla, comete un grave error al diseñar una táctica que le está costando muy cara al gobernador, el exceso de protagonismo marcado por los “estrategas” lo arrastra a un desgaste que ya provocó una crisis de liderazgo y credibilidad en su círculo más cercano y el gabinete. No hay duda de que Ramírez Bedolla tiene responsabilidad por el escenario de violencia e ingobernabilidad que enfrenta el estado, pero no es el único ni debe ser el primero en responder.
Michoacán vive una escalada bélica nunca antes vista resultado de la disputa entre Cárteles por el control de territorio. La brutalidad de la guerra entre criminales y sus repercusiones en la vida económica, social y política se traduce en ingobernabilidad en los municipios debido a la suplantación del estado de derecho y el orden constitucional por la “ley del fusil” impuesta por los delincuentes. Ejemplo claro es el asedio que sufren empresarios y comerciantes extorsionados y sometidos por “los señores”, que en cada región cambian de nombre y siglas.
En realidad, el General José Alfredo Ortega, secretario de Seguridad en el estado, es el primer responsable de lo que está pasando, compartiendo responsabilidad con el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña. Robo a negocios, vandalismo, quema de vehículos, riñas y la epidemia de homicidios son el reflejo del fracaso de la estrategia institucional. Los incendios provocados en tiendas de conveniencia, vehículos y el bloqueo de calles y carreteras en Buenavista, Apatzingán y Uruapan ocurrido el 27 de agosto, debió ser motivo más que suficiente para el cese fulminante del militar y un fuerte llamado de atención al “candidato” Torres Piña.
Días antes de los ataques, el 16 de agosto, la Secretaría de Seguridad Pública presumía, a través de un comunicado oficial, presencia constante en la región de la Tierra Caliente, «para garantizar la seguridad y la tranquilidad de la población, así como el correcto desarrollo de las actividades productivas». Conocer hoy estás líneas del parte oficial provoca indignación, coraje y obliga al reclamo.
Desde el “bunker ideológico” marcaron línea al ejecutivo para minimizar el tema y excluir al General y al candidato de toda responsabilidad. José Alfredo Ortega ha sido constantemente requerido por la Legislatura local para que comparezca y explique qué está haciendo, pero desde la oficina del gobernador y la Secretaría de Gobierno lo protegen y bloquean la solicitud de diputadas y diputados.
Michoacán es un polvorín visible a nivel nacional e internacional. La entidad es señalada como un lugar violento con instituciones débiles doblegadas, sometidas o en franca complicidad con los grupos delincuenciales, mientras el titular del área responsable de la seguridad sigue corriendo y llegando tarde a los conflictos.
En lugar de mostrar liderazgo y dar un golpe de autoridad que lo reposicione llamando a cuentas al General, Alfredo Ramírez Bedolla sigue la extraviada ruta que le marca el búnker ideológico y va a todas haciendo declaraciones para justificar el fracaso de su gobierno. Quita el peso de la culpa al militar y él lo carga sin importarle el desgaste y consecuencias.
Mientras la gobernabilidad se erosiona y suena con mayor fuerza la posibilidad de un interinato, el secretario de Gobierno continúa recorriendo municipios haciendo campaña, alimentando su proyecto político que cada día se aleja más de Ramírez Bedolla y Morena. La ruta personal de Torres Piña ha sido motivo de fuertes reclamos de los que traen bien puesto en chaleco guinda y esperan alguna oportunidad en el 24.

Te recomendamos