Se le complica la elección a Alfonso
Por: Juan José Rosales Gallegos
Morelia, Michoacán 27 de octubre 2020.- Al inicio del presente año se daba por sentado que, Alfonso Martínez sería candidato a la presidencia municipal de Morelia y no tendría rival. Frente a los yerros de la administración que encabeza, Raúl Morón, la figura del independiente se acrecentó ante la población ávida de orden y respeto. Se decía en las calles, “tan malo es el trabajo de Morón que los morelianos extrañan a Alfonso”.
Pasaron los días y las posibilidades de Alfonso Martínez de reelegirse cómo alcalde aumentaban al mismo ritmo que su soberbia, su peor enemigo.
En La Odisea, Ulises fue advertido por Circe sobre el peligro de escuchar el canto de las sirenas, “llegarás a las sirenas, las que hechizan a todos los hombres que se acercan a ellas… los hechizan éstas con su sonoro canto sentadas en un prado donde las rodea un gran montón de huesos humanos putrefactos, cubiertos de piel seca”. Tal cual ocurrió al héroe, el seductor sonido de ser candidato al gobierno del estado llegó a los oídos del terrenal Alfonso, con la misma desastrosa consecuencia que tuvo que sufrir Ulises.
Martínez abandonó la nave que segura surcaría las agitadas aguas de la elección municipal para seguir una ruta llena de incertidumbre, y se creyó el cuento que podría ser candidato a gobernador por una alianza de partidos. Comenzó con algunos tímidos recorridos por algunos municipios y la actividad fotográfica con un variopinto de personajes en sus redes sociales se multiplicó. Tarde cayó en cuenta que “los números no le daban”, los apoyos no llegaron y su presencia en el estado no era lo que esperaba (gancho al hígado de su soberbia). Toda la clase política fue testigo de su tropiezo y cabizbajo tuvo que regresar al principio.
Debido a su mal tino y al desgaste que sufrió en una empresa poco probable, ahora tendrá que buscar quién le ofrece una candidatura y una estructura que le permita competir por Morelia. Arrojarse, sin red de protección, a los brazos de una quimérica candidatura fue una mala apuesta en la que perdió su amplia ventaja en la capital michoacana. Dilapidó su arsenal político y se dejó arrastrar como un novato.
Hoy, la pregunta que rebota en las paredes de su “cuarto de guerra” y que ocupa un lugar entre los tópicos de la sobremesa de las comidas familiares es, ¿con qué partido competir en la próxima elección? El entorno luce más que complicado para el otrora independiente.
Por un lado, el Frente impulsado por las tres fuerzas políticas más importantes de Michoacán (PRD, PAN y PRI) trabajan en la ruta para definir candidaturas a los cargos en disputa, un jaloneo de pronóstico reservado y muchas patadas debajo de la mesa. En la negociación, casi queda definido que será Acción Nacional a quién toque la responsabilidad de elegir al gallo/gallina para la alcaldía de Morelia, o en un enroque muy forzado al PRI. Una parte importante de los liderazgos del PAN no apoyarán, bajo ninguna circunstancia, a Martínez y, la fracción minoritaria que lo pudiera impulsar está dividida. En el tricolor, nadie “le pondrá palomita” a su nombre.
En MORENA son varios (as) los tiradores. Raúl Morón tiene listos a Roberto Reyes Cosari, como parte de su estructura; el as bajo la manda es Luis Navarro, empresario que espera la oportunidad. También se encuentran Alfredo Ramírez Bedolla, Selene Vázquez y Giulianna Bugarini, entre otros, porque en el partido del presidente todos quieren y están convencidos que lo merecen. Por el Partido del Trabajo ya se encuentra lista Omega Vázquez.
Movimiento Ciudadano podría se la opción para Alfonso Martínez y tendrá que cargar con todas las deficiencias e ineficacias de la franquicia que usufructúa en Michoacán Manuel Antúnez. ¿Qué otra opción le queda? Alguno de los partidos emergentes que competirán por mantener su registro, como Redes Sociales Progresistas.
Aunque en política, “lo único cierto es lo que ya pasó”, bien puede aplicar una de esas frases futboleras, tan en boga en estos días, “era suya, la tenía y…”