(En la foto, Salvador Ruíz, alcalde de Múgica, Michoacán)
Por: Juan José Rosales Gallegos
Morelia, Michoacán a 23 de mayo de 2017.- El 16 de mayo del presente año, Salvador Adame, publicó en su perfil de Facebook (Salvador Adme Pardo) una más de las constantes críticas que dirigía al presidente municipal de Múgica, Michoacán: “Ya le salieron los porristas foráneos al presidente municipal de mugica (sic), será que tengan algún negocio por estos lugares lo vamos a indagar, los hechos hablan por si (sic) solos y porristas no creo que ocupe el ayuntamiento mugiquense… el tiempo pondrá a cada quién en su lugar mientras hay que aguantar Bara (sic)…”
La animadversión entre el alcalde y el periodista local trascendió; la constante amenaza a los comunicadores de la región de la tierra caliente por parte de grupos fácticos es una realidad, así como la ausencia de mecanismos efectivos que garanticen su labor informativa. Una peligrosa mezcla de factores que cobra una víctima más
El lunes 22 de mayo, en Morelia, Salvador Ruíz, alcalde de Múgica fue entrevistado, y obviamente se le cuestionó sobre la desaparición de Adame. “Ojalá que regrese con nosotros”, fue una de las desafortunadas frases que usó, cómo si el comunicador estuviera de viaje o exiliado.
En la breve entrevista, aseguró que él “nunca va a renegar” del derecho de los periodistas a informar; luego vino una confusa afirmación, “Salvador Adame era muy enérgico con nosotros, pero nosotros siempre fuimos bien pacientes”. ¿Y qué pasó después? ¿Se acabó la paciencia?
Lo peor fue cuando Salvador Ruíz, con muy poco tacto político y respeto por el dolor de la desaparición del periodista aseguró, que no percibía que la familia de Salvador Adame se sintiese inseguros. Tal vez están muy tranquilos pensando en el destino de su ser querido.