Por Sarah Ontiveros
Creo que a todxs nos gusta la música, este maravilloso arte que nos hace cantar a todo pulmón (aunque sea en un concierto privado en la regadera), bailar hasta que nos duelan los pies o decirle a nuestro crush todo lo que sentimos por él/ella/ellx, una buena herramienta para expresar lo que se siente. Existen canciones de todo tipo, algunas nos hacen llorar como “Jueves” de la Oreja de Van Gogh, otras nos hacen muy felices como “Happy” de Pharrell Williams, otras nos dan ganas de cantar con la escoba como “La gata bajo la lluvia” de Rocío Durcal y otras nos hacen sentirnos muy sensuales como “Can´t get enough of your love” de Barry White. Ahora imagina música y sexo ¡Qué bien!
La música se creó para hacer nuestras vidas más felices y también para que disfrutemos cada momento, incluido el acto sexual; una de las tantas ventajas que tiene este bello arte, es que nos despierta toda clase de emociones y sensaciones.
El sexo con música no sólo estimula la creatividad, sino que también promueve el autoconocimiento y aunque no se puede decir que existe un solo género, canción o ritmo utilizado durante el sexo o el famoso delicioso, si se puede asegurar que, de acuerdo a varios estudios realizados en la Universidad McGill en Canadá y en la Universidad de Londres se ha demostrado que el hecho de escuchar música puede producir el mismo efecto que cuando experimentamos placer sexual, y además puede provocar que los jóvenes sean más “creativos” al tener relaciones sexuales.
Para poder utilizar música durante el acto sexual en pareja, es necesario seleccionar el género y la canción o canciones que a ambxs les gusten. El objetivo de la música durante el sexo no es distraerlo, sino aportar y ayudar a que el delicioso se vuelva algo más sensorial y divertido.
Si escuchar música nos pone felices cuando trabajamos o hacemos ejercicio ¿Por qué no usarlo también al tener sexo? Puede ser una experiencia muy diferente y divertida, así que atrévete a intentarlo y decirle a tu pareja ¿Quieres poner música?
