Panistas berrinchudos
Por: Juan José Rosales Gallegos
Morelia, Michoacán a 26 de abril de 2018.- Los liderazgos del Partido Acción Nacional (PAN) en Michoacán deberían mostrar más oficio político. Los exabruptos y berrinches que han externado, luego de que un ciudadano (al final el gobernador es un ciudadano con los mismos derechos y obligaciones de todos) externara su intención de apoyar una de las opciones que busca la presidencia de la república, los revela como una pandilla de inexpertos que solo busca conseguir el poder a toda costa.
Desde el inicio de la conformación del Frente Por México, Ricardo Anaya (jefe de la pandilla) mostró su lado gandalla, intolerante y autoritario, al deshacerse de todas las corrientes y personajes en el PAN que pensaban y opinaban distinto. El ejemplo más claro del talante dictatorial de Ricardo Anaya son Margarita Zavala y la familia Calderón, que prefirieron hacerse a un lado a formar parte del coro de aduladores que alienta la ambición de Anaya.
En Michoacán pasa algo similar. Desde que se determinó que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) encabezara la fórmula al Senado, Marko Cortés ha buscado, por todas las formas, bajar al abanderado del Sol Azteca para apoderarse de la candidatura y bajar a Antonio García Conejo. Están consignadas en medios de comunicación las declaraciones del diputado federal blanquiazul que así lo demuestran.
En las mesas de diálogo de los liderazgos del Frente, uno de los peones del grupo de Marko, José Hinojosa, dirigente estatal del PAN, intentó imponer candidaturas, bloquear perfiles de los otros partidos y lograr a través del agandalle, el mayor número de posiciones en candidaturas y planillas. La férrea posición mostrada por los liderazgos de Movimiento Ciudadano, Revolución Democrática y en un inicio el Partido Verde, desanimaron las ansias desenfrenadas de los azules.
La expresión de respaldo que hizo pública Silvano Aureoles a favor de José Antonio Meade, no es una declaración que demerite o debilite al Frente Por Michoacán y sus candidatos, pues no es “el jefe político del PRD”. La perversa tradición de que el ejecutivo sea de facto el líder del partido al que pertenecen, es priista y panista, y se demuestra con la virulenta reacción de Marko Cortés y sus muchachos, jóvenes con añejas mañas del sistema político mexicano.
Más daño le hacen al Frente en Michoacán “las habladas” y la ambición de los panistas, que lo dicho por Aureoles.