- Con el programa sello del Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, más de 8 mil 150 michoacanas y michoacanos, han cerrado o iniciado ciclos que son parteaguas en su vida, al reencontrarse con sus familias tras décadas de ausencia
California, Estados Unidos, a 8 de enero de 2020.- “Mi padre era mi guía, mi vida, mi todo y ahora que ya no está me siento tranquila y sin remordimientos”. Con ternura, Bertha Tolentino, originaria de Santa Cruz Tanaco, recuerda a su progenitor, don Panchito, Paloma Mensajera que, a los 97 años, viajó con su esposa María a California, para reencontrarse con su familia a la que no veía desde hace 20 años y conocer, por primera vez, a la mayoría de sus 50 nietos.
Desde su nacimiento, en febrero de 2017, hasta diciembre de 2019, el programa sello del Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, Palomas Mensajeras, ha permitido la validación de 9 mil 158 visas y 8 mil 151 michoacanas y michoacanos de 89 municipios, se han reencontrado con sus seres queridos en Estados Unidos, 79 por ciento de estas Palomas, son mujeres y el 25 por ciento, es población de comunidades indígenas.
Bertha Tolentino radica desde más de tres décadas en Estados Unidos y fue gracias a esta iniciativa del mandatario michoacano, que pudo volver a ver y a abrazar a sus padres, justo dos meses antes de que don Panchito cerrara sus ojos por siempre, en el 2018.
Don Panchito es hasta hoy la Paloma Mensajera de más edad incorporado al programa; no sólo viajó a California, también pudo conocer a su familia en Utah; a sus nietos sólo los veía por fotografía y pudo abrazarlos y convivir con ellos antes de partir.
Con María, hoy de casi 80 años, don Panchito procreó a Bertha, Javier, Ventura, Viviana y Martha. En marzo del 2018, don Francisco realizó el primer y único viaje que hizo en avión en sus 97 años de vida; así, él y su esposa disfrutaron de sus hijas e hijos, en el vecino país.
“Me agobiaba no volverlo a ver con vida cuando yo lo amaba con todo el corazón, él era todo para mí. Desde el momento en que lo vi, todo fue especial, me dediqué a estar con él en cuerpo y alma, comer con él, verlo sonreír; con sus ojos radiantes, decía que ya no sabía quién era quién porque nos juntamos la mayoría de la familia para apapacharlos; a nombre mío y de mis hermanos agradezco con el alma al gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles y todos los que hicieron posible este reencuentro con mis padres que marcó mi vida”, dice Bertha mientras acaricia una fotografía antigua de sus padres.
Don Francisco murió el 14 de junio de 2018, dos meses después de que llegó de Estados Unidos; ya no pudo regresar en octubre de 2019, como ya se había planeado con sus hijos; desde entonces su esposa ha realizado dos viajes más para reunirse con sus seres queridos; incluso, recientemente atestiguo el nacimiento de una de sus bisnietas en esta familia que logró reunificarse gracias a las Palomas Mensajeras de Michoacán.