Por: Juan José Rosales Gallegos
Morelia, Michoacán 28 de octubre 2021.- La imagen es elocuente: Alfredo Ramírez, gobernador, sonríe cálidamente mientras estrecha la mano de Jesús Hernández, diputado coordinador del Grupo Parlamentario del PRI en la legislatura local.
A pesar de la evidente complicidad, se nota que ambos personajes eluden mirarse a los ojos. El diputado del PRI (plurinominal), inclina un poco la cabeza en señal de sumisión. En segundo plano, con una sonrisa propia de publicidad de dentífrico, Fidel Calderón (diputado por Morena), mira maliciosamente a Jesús Hernández, quién es la ofrenda que puso a los pies del gobernador Ramírez, cuya espalda es iluminada por la luz del sol, mientras el priista se queda en la sombra, inclinado.
A través de un comunicado la diputada ex perredista, Fanny Lyssette Arreola, se toma la libertad de hablar en nombre de los 40 diputados que conforman la Legislatura local, fijando una postura colaboracionista con el ejecutivo, olvidando por completo que la agenda que debe cuidar primero es la de su distrito y luego, la de todos los habitantes del estado. Así se expresa la superflua diputada en su misiva informativa: “El Congreso está abierto a un análisis serio y profundo de propuestas en la agenda del mandatario”. Arreola reitera su pleitesía a priorizar la agenda del gobernador Ramírez, posición que comparte su compañera, la experredista Julieta Gallardo. Sus palabras, al parecer, también someten a todas y todos sus pares.
El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) inició con desventaja la LXXV Legislatura, solamente 10 diputados; el Partido del Trabajo (PT), 5 y el Partido Verde (PVEM), se salvó de desaparecer como fracción gracias a la defección de Margarita López y tiene 2. Morena y sus aliados suman solamente 17 de los 40.
Desgraciadamente para su causa, el que fuera presentado como, Equipo Legislativo Por Michoacán, integrado por diputadas y diputados del Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Revolucionario Institucional (PRI), ve como desaparece su efímera mayoría. En la práctica, ya son aliados de Morena Jesús Hernández, una diputada y un diputado del PRI y también las dos experredistas citadas. Los momios se mueven y Morena y sus aliados cuentan ya con 22 votos.
Mientras tanto, el coordinador de lo que queda del Grupo Parlamentario del PRD y otros lacónicos liderazgos del “sol que se oculta”, siguen justificando o mintiendo sobre el resquebrajamiento de su alianza. Presumen “control y fortaleza”, cuando en realidad están mermados, desorientados y cada vez más divididos, pues no hay un liderazgo que cohesione (y controle) a los diputados de su propio partido y del PRI. En el PAN, hay firmeza y congruencia, lo que no existe con sus otros aliados.