JJROSALES

Morena no gobierna en Michoacán

Por: Juan José Rosales Gallegos

Tal cual lo dijimos en la entrega anterior, Alfredo Ramírez Bedolla vive preocupado y temeroso de su futuro. No tiene equipo y los militantes de su partido, los convencidos del proyecto iniciado por Andrés Manuel López Obrador ya no le tienen confianza. También está perdiendo aliados, quienes lo arroparon y le dieron soporte en el inicio de la candidatura puesta en sus manos por la fortuna, cada vez marcan mayor distancia.

La coalición Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el Partido del Trabajo (PT) y el impulso definitivo de grupos del crimen organizado, encumbraron a Ramírez Bedolla en la titularidad del poder ejecutivo, pero lo que se plasmó en las boletas no se reflejó al momento de conformar el gobierno. Un grupo de jóvenes políticos, ajenos a Morena y alejados a los postulados de López Obrador, se convirtieron en sus principales asesores y le “ayudaron” a moldear su equipo de trabajo dejando a los morenistas fuera. Un día después de ser declarado electo, Alfredo borró a Morena de su gobierno.

La secretaría de Gobierno la otorgó a un político colmilludo cuyo logro más importante fue ser líder en el estado del Partido de la Revolución Democrática (PRD); Finanzas, a un empresario moreliano más “prianista”, que guinda. Desarrollo Económico, al hijo de un priista. En Salud, el doctor que ocupó la misma cartera en el gobierno de Silvano Aureoles. La Contraloría, Turismo y Agricultura las usó para pagar favores políticos. Para seguridad tuvo que atender la recomendación de la élite militar y del gobierno federal, y así todas las dependencias. Un análisis puntual de la estructura gubernamental demuestra que los espacios fueron ocupados por priístas, perredistas y compromisos de Ramírez Bedolla ajenos a Morena y el PT.

Ahora, el proceso electoral viene a sacudir el volátil escenario del gobierno de Michoacán para confirmar que Alfredo no tiene equipo político ni cuadros para cubrir los huecos que están a punto de abrirse en su endeble administración. ¿Qué hacer?

Desde hace unos meses el bunker ideológico del gobernador diseñó un plan para intentar subsanar sus carencias, contrataron a un grupo de pepenadores políticos para levantar basura y desechos del PRI, PAN y PRD. El carretón es conducido por Antonio Soto Sánchez y uno de los que lo arrastran es Efraín García Becerra, contando con todo el apoyo del “líder” del morenismo en Michoacán, Juan Pablo Celis. Para Ramírez Bedolla, en su partido no existen hombres y mujeres confiables que lo puedan acompañar en su gobierno y proyecto político.

Mala decisión es apostarle a los conocidos mercenarios, saltimbanquis que ahora se cuelgan el chaleco guinda. Pero, no hay de otra, Alfredo Ramírez Bedolla es un «dirigente» sin gente.

Te recomendamos