Las instituciones de educación superior aquí reunidas en el marco de la 02.2019
Sesión Ordinaria del Consejo de la Región Centro Occidente de la ANUIES, en la
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en la ciudad de Morelia,
Michoacán y en el contexto nacional donde las instituciones públicas cada día
incidimos en la formación integral de nuestras comunidades educativas declaramos
que:
Nos comprometemos a continuar ofreciendo una educación de excelencia para los
jóvenes, diseñando programas pertinentes y ofreciendo incrementar la cobertura
educativa con equidad, en el marco de las necesidades presentes y futuras a nivel
local, regional, nacional e internacional.
Para ello es indispensable realizar nuestras actividades sustantivas de acuerdo al
principio de autonomía establecido en el artículo 3, Fracción VII de la Constitución
Mexicana. Confiamos en el respeto en consonancia con las actividades sustantivas
de las universidades y de la necesaria libertad de pensamiento y enseñanza como
pilares de un Estado social, democrático y cultural de derecho.
Hacemos un llamado respetuoso a los congresos de los estados a que en el
conjunto de responsabilidad asumamos nuestras atribuciones legales y éticas y
trabajemos en los ámbitos de competencia en el beneficio de la sociedad,
respetando y promoviendo en todo momento el quehacer científico, pedagógico y
educativo de las instituciones de educación media superior y superior del país.
El bachillerato universitario es un sistema donde las instituciones públicas tenemos
una gran responsabilidad, pues ahí se encuentra el principal núcleo de formación
integral de la juventud mexicana y los cimientos del progreso humanista, científico y
tecnológico de nuestra sociedad.
Seremos aliados para recomponer el tejido social, la armonía familiar, concientizar a
los jóvenes sobre los beneficios que proporciona el conocimiento científico, el
manejo adecuado de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación y de
las redes sociales, así como la convivencia con el entorno ecológico en el contexto
de una sociedad dinámica y cambiante.
Para cumplimentar debidamente los puntos anteriores es necesario contar con
presupuestos suficientes para responder al incremento de matrícula y a los
compromisos laborales ante nuestras plantas académicas y administrativas, acorde
a las obligaciones de respeto, protección, complimiento de los derechos a la
educación, a la cultura y al trabajo, y los principios de progresividad y el empleo del
máximo de recursos disponibles en materia educativa. En el caso de las instituciones
particulares, solicitamos flexibilidad administrativa en los trámites ante las
autoridades, que permita responder con celeridad a los desafíos de educación de
cobertura, calidad y pertinencia.
La transparencia y rendición de cuentas son elementos indispensables que sustentan
la vida universitaria, de nosotros depende que la comunidad universitaria se
fomenten tales principios para ser el vértice de gobiernos, sociedades, comunidades
e individuos, abiertos, participativos, incluyentes y genuinamente plurales y
democráticos.
En nuestras instituciones, los derechos humanos son el epicentro en el que todas las
personas, con independencia de su origen, nacionalidad, edad, género,
preferencia sexual, ideología, tendencia política, condición económica, credo,
condición física o psicológica, entre otras, son la razón de ser del espíritu humanista,
laico, plural, diverso y científico del quehacer universitario.
Ante los retos que presenta el sistema educativo y la entrada de las nuevas leyes en
la materia, nos comprometemos a seguir construyendo una sociedad cada vez más
incluyente, ajena a prejuicios y dogmatismos, a través de la formación de
profesionistas capaces, conscientes, participativos y comprometidos con el
desarrollo sustentable, social y económico del país, el estado, los municipios y las
comunidades existentes en el concierto de una globalidad convergente con la
justicia social y ecológica a escala planetaria.