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Los responsables y las claves para el triunfo de MORENA

Los responsables del triunfo de Morena

Por: Juan José Rosales Gallegos

Morelia, Michoacán a 9 de julio de 2018.- Los resultados de la elección están a la vista de todos y muestra a un claro vencedor, el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). En la mayoría del país este fenómeno se posiciona, momentáneamente, como la primera fuerza política, pero esto no es resultado de un trabajo planeado o una estructura, en gran medida tiene que ver con los errores y carencia de criterio de los adversarios.

MORENA le debe su triunfo al PRI, PAN, PRD, PVEM y MC, los errores de estos institutos fueron la plataforma de despegue para el ferrocarril que, en muchos casos, los arrasó. Las principales causas fueron las siguientes.

1.- Menospreciaron al enemigo. La soberbia hundió a los frentes, coaliciones y partidos políticos tradicionales, creyeron que esta sería una elección como cualquier otra y apostaron a las viejas prácticas para triunfar solo con lo necesario. A las candidatas y candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional los vieron “insignificantes” y no les dedicaron la atención debida, lo que les permitió crecer. Esta elección nos demuestra que ya no se gana a “billetazos”.

2.- Las candidatas y candidatos más cuestionados de este proceso electoral estaban en MORENA, muchos de ellos ocuparan un cargo de elección popular cargando un pasado oscuro, en muchos casos, ligados a escandalosos casos de corrupción o sospecha de nexos con la delincuencia organizada. Desde borrachas que enseñan los calzones en cantinas de mala muerte, traidores que pasaron de un partido a otro hasta lograr su objetivo, y mujeres y hombres señalados por sus excesos en el servicio público ocuparán un escaño o una curul; agarraron de todo, sin importar mañas, origen o destino, para presentarse a la contienda. Y nadie dijo nada.

3.- Fallaron los “estrategas” de todos los partidos y candidatos que no impulsaron una campaña de contraste que exhibiera las deficiencias de los abanderados de MORENA. No detectaron a tiempo el problema y perdieron mucho tiempo, como Anaya y Meade, peleando por un inútil segundo lugar dando batalla donde no existía. Alfonso Martínez y Carlos Quintana en Morelia, cuya animadversión personal dejó al camino libre a Raúl Morón que, sin hacer un trabajo proselitista constante ganó la alcaldía. Soberbia y negligencia le abrieron camino a MORENA.

4.- Alta traición. El Movimiento de Regeneración Nacional no posee una estructura operativa en todo el país, tampoco tiene los recursos económicos y materiales que le permitan una perspectiva de triunfo basada en el trabajo de campo. En muchos casos lo que ocurrió fue que al interior de los cuartos de guerra de los adversarios políticos o de la estructura de gobierno trabajaron “topos”, traidores que llevaron recursos humanos, materiales y económicos, además de ideas e información a MORENA. En el caso de Michoacán, por ejemplo, están claramente identificados Fabiola Alanís (extitular de la secretaría de la mujer), Efraín García Becerra (asesor del gobernador) y otros que todavía permanecen agazapados cobrando su cheque, esperando el momento de desertar. En los municipios, Noé Zamora, alcalde de Parácuaro dirigió todo para que el Movimiento de López Obrador ganara en su municipio y distrito. Lo mismo pasó en todas las entidades federativas.

5.- Viejas prácticas de los partidos políticos, imposición de candidatos y creación de coaliciones forzadas, fue otro factor que abonó al éxito del proyecto de Andrés Manuel López Obrador. Todos los aspirantes resentidos o relegados fueron activistas que significaron votos para MORENA. En los partidos políticos, luego de los procesos de elección y designación de candidatos, no hubo “operación cicatriz”, no se atendieron a “los caídos”. De nueva cuenta la soberbia entregó valiosos cuadros al proyecto del “Peje”.

6.- “Mi agradecimiento a las benditas redes sociales”. Esta frase pronunciada por quien será el próximo presidente de México refleja claramente lo que pasó en todo el periodo proselitista (y mucho antes). El equipo de López Obrador identificó como podían aprovechar electoralmente el fértil campo de las redes sociales, el social media; basaron su trabajo en estrategias bien definidas fijando objetivos que posicionaron la imagen del Movimiento de Regeneración Nacional como, “la esperanza de México”. Los perdedores no lo hicieron, continuaron apostando a esquemas anquilosados e inútiles.

Una semana después de la jornada electoral del 1 de julio puedo asegurar que el Movimiento de Regeneración Nacional fue una explosión provocada por varios factores que cimbró a los mexicanos, como un tsunami, devastador pero fugaz. El descontento social, sumado a equipos de campaña incompetentes de los partidos políticos tradicionales que no supieron identificar al tiempo la situación; traiciones y disputas internas, sobre todo entre el PAN, PRD y PRI, son los pilares que apuntalan la nueva geografía político-electoral.

MORENA no es invencible, ahí está el ejemplo del estado de Guanajuato o los municipios de Uruapan y Zitácuaro en Michoacán. Cuando hay trabajo, estrategia y disciplina los escenarios puedan estar perfectamente controlados.

Por otro lado, el peor error que pueden cometer las mujeres y los hombres que gracias a López Obrador y su Movimiento de Regeneración Nacional ocuparán un cargo de elección popular es, pensar que fue gracias a su linda cara, su esfuerzo y dedicación o su excelente estrategia que obtuvieron el triunfo. Cometer el error de mostrar la soberbia y ya “pensar en la que sigue”, como Cristóbal Arias en Michoacán, cuyo acto más concurrido de campaña fue la comida que le organizaron luego de conocer los resultados electorales, puede ser el primer paso a su debacle.

Los candidatos no ganaron, arrasó una revolución efímera, que debido al variopinto de su conformación, no llegará con la misma contundencia a las siguientes elecciones intermedias.

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