Por: Juan José Rosales Gallegos
Morelia, Michoacán a 2 de enero de 2018.- Las horas están contadas al interior del Partido Revolucionario Institucional, pues en los primeros quince días del año tendrán que definir quien encabezará la planilla por la alcaldía de Morelia. Cuatro son los finalistas: Wilfrido Lázaro, Marco Polo Aguirre, Daniela de los Santos y Constantino Ortíz Tinoco. La decisión recae en el ámbito del Comité Ejecutivo Nacional tricolor, y algunos de los ilustres comentan que los comentarios de la diputada local del Verde, Daniela de los Santos, incomodan cuando asegura que gracias al equipo político al cual pertenece, y los “amarres” de su padrino Alfredo Castillo, ella será la urgida; perdón, la ungida. Wilfrido Lázaro, fue el primer descartado debido a las malas cuentas que entregó luego de su gestión como alcalde, además de que todavía hay obras y acciones que detonan una clara sospecha de corrupción en su periodo. La capacidad de lisonja y su elasticidad para la genuflexión han permitido, en cierta forma, avanzar a Marco Polo Aguirre; ahí anda prestándose a todo tipo de “acuerdos” para lograr la ansiada candidatura. Aguirre y su equipo de ¿estrategia? encabezado por Eligio Cuitláhuac González, están en un desgastante proceso de compra de lealtades y ofertando futuros beneficios políticos y económicos; avanzan a través de un pantano, que al final terminará sepultándolos. Constantino Ortíz se empeña en lograr la nominación por el PRI a pesar de tener sólidas ofertas para aparecer en la boleta. Honra su militancia y lealtad a las siglas a las que ha pertenecido, situación que es bien vista por varios notables del estado y del país. Al final la necedad del empresario (sin ninguna necesidad de andar en estos trotes) podría llevarlo a competir por la presidencia municipal de la capital michoacana.
