La foto del alcalde asesinado
Por: Juan José Rosales Gallegos
Morelia, Michoacán a 24 de abril de 2019.- Hay detalles que se suman a una tragedia y la transforman en momentos inhumanos que se pegan a la memoria y ahí se quedan adheridos.
David Otlica fue secuestrado (“levantado”, acepción oprobiosa del horror) de su domicilio alrededor de las 4 de la mañana del martes 23 de abril, horas después fue hallado muerto al costado de un camino en el municipio de Coeneo. Su cuerpo estaba ensangrentado y presentaba claros signos de tortura; fue martirizado antes de que le robaran la vida. El hallazgo ocurrió entre las 8 y las 9 de la mañana de ese mismo martes que fue sustraído violentamente de su casa.
El joven, abogado de profesión, se desempeñaba como alcalde de Nahuatzen, Michoacán, municipio sumido en el conflicto, dominado por la ambición de los grupos políticos. En Nahuatzen, a través de los años, un número importante de sus habitantes aprendieron a sacar provecho de su condición “indígena”, situación muy conveniente para todo tipo de gestión ante instancias de todos los niveles de gobierno, también para proteger bandidos y cometer actos delictivos; patente de corso para la impunidad.
Minutos después que se conoció la noticia del deceso del alcalde, de forma inexplicable, irrespetuosa y por demás ofensiva, comenzó a circular una imagen del cuerpo lacerado de David Otlica. ¿Quién es responsable de un acto tan vil y cobarde?
Esta es una pregunta que se puede convertir en el primer paso para comenzar a obtener respuestas sobre lo que pasó, está pasando y puede pasar en Nahuatzen.