#Michoacán 2021
¡Insensibles y miopes! Los niños asesinados en Michoacán
Por Juan José Rosales Gallegos
Morelia, Michoacán 19 de febrero 2020.- Toda la opinión pública del país está volcada lamentando el asesinato de una niña de siete años. Fátima era su nombre, desapareció el 11 de febrero. Una mujer, que ya fue identificada, se la llevó de su escuela; cuando su madre llegó por ella ya no estaba. El 15 de febrero se encontró el cuerpo de la niña, presentaba huellas de tortura y fue abandonada dentro de una bolsa de plástico. Indignación general por el brutal asesinato.
Los padres de Fátima han descargado su frustración en los medios de comunicación, señalan a la Fiscalía de la Ciudad de México de negligente. “Pudo haber sido encontrada con vida, pero nadie nos hizo caso”, repiten constantemente. La fiscal, Ernestina Godoy, respondió al dolor de los padres acusándolos de padecer “demencia senil y enfermedades mentales”. La soberbia de la señora Godoy se adereza con la sensibilidad de la pezuña de un buey. La compasión es un rasgo de humanidad que no tienen las autoridades capitalinas que bien siguen el ejemplo del líder de la “cuatroté”.
En Michoacán son varios los políticos que se han sumado a “la indignación popular”, que “reprueban enérgicamente el atroz crimen” y piden, “crear un protocolo nacional para la entrega de menores en las escuelas”. Jalan los reflectores hablando de lo que es tendencia en redes sociales con el único fin de ser tomados en cuenta. Son hipócritas, absurdos, insensibles y miopes. Y me refiero a militantes de todos los partidos políticos y funcionarios de la administración estatal. Sobre todo a los que “quieren ser”; ninguno se salva.
El jueves 13 de febrero, en Zamora, Michoacán, una familia que viajaba en su vehículo fue atacada por sicarios. El conductor falleció por los disparos recibidos, su acompañante (mujer) resultó ilesa; el hijo de ambos, de cuatro años resultó gravemente herido. No es nada raro que, “al momento se desconozca el móvil del crimen”, y también, “los responsables se dieron a la fuga”. Nadie sabe, nadie supo. Debo destacar que el ataque ocurrió a plena luz del día.
Durante varias horas, Luis Arturo luchó por su vida. La madrugada del viernes 14, el pequeño de cuatro años no pudo más y murió por un impacto de bala que recibió en su cabeza.
Ningún político michoacano ha tocado el tema. Nadie habla de Luis Arturo y de su trágica muerte. Tampoco algún funcionario municipal de Zamora, estatal o federal lo menciona. No hay tampoco una cobertura informativa sobre la forma en la cual murió el niño. Luis Arturo es un fantasma.
Tampoco mencionan a Jesús Ignacio, de 12 años, que con toda saña fue asesinado en Jacona. O de la niña que murió en Uruapan durante un operativo para liberar personas secuestradas. Estos niños y sus asesinatos, son temas incómodos y que “no dan likes”.
Los “aspirantes” a lograr una candidatura, a cualquier cargo de elección popular; los avezados “opinadores” y “analistas” de Michoacán, deben abandonar su postura hipócrita, insensible y miope. Hay muchos niños que diariamente pierden la vida, asesinados de forma trágica en Michoacán y nadie dice nada…