Por: Juan José Rosales Gallegos
Morelia, Michoacán a 19 de abril de 2017.- Las fuerzas políticas se preparan para la contienda. Sigilosamente revisan sus arsenales y alistan las huestes; miran al horizonte tratando de anticipar los movimientos del enemigo mientras planean su estrategia, la defensa y el ataque. En el 2018 se juega la mayor parte del todo, por lo que, la disputa será intensa y en algunos casos a muerte. La mayoría de los participantes no van por el triunfo, luchan por sobrevivir.
El sistema político mexicano, tal cual lo conocemos, está herido de muerte.
Las instituciones, institutos y políticos urden las alianzas y las traiciones, cada uno se mueve con estrecho margen pues la tolerancia de los ciudadanos se ha terminado. La política, “el arte de comer mierda sin hacer gestos”, nos tiene indigestos. Los excesos de presidentes municipales “que roban poquito”, diputados hampones que usan el fuero de la cámara para eludir la justicia y las escandalosas fortunas de exgobernadores ladrones, ¡nos tienen hasta la madre!
Resulta incomprensible que maniqueos alquimistas tropicales quieran convertir sus mentiras en verdades salvadoras. Es muy preocupante que la sociedad de este país está tan dañada, tan desilusionada, que millones están dispuestos a creer una mentira, que desde hace muchos años se ha repetido más de mil veces por el mismo personaje. Pero contrario a lo que sentenció Goebbels, el embuste no ha transmutado en verdad.
Estamos en la antesala de una guerra sin cuartel, de la cual surgirá un país nuevo. México ya no será el mismo, ya no aguanta, estamos en el límite. Todo tendrá que ser reconstruido, luego una revolución que debió iniciar hace 8 años, pero que no pasó.
Tarde, pero llegará.