Habla el fundador de las autodefensas
Por: Juan José Rosales Gallegos
La congruencia y su valor como ser humano queda manifiesto cuando afirma, “me gusta hablar nada más de lo que veo y así no me equivoco”. Hipólito Mora es quien tomó las armas para enfrentar a los delincuentes en La Ruana, Michoacán. Cuando recuerda ese momento sonríe, pues los compañeros que supuestamente lo iban a acompañar a llamar al pueblo a las armas, a la hora buena se rajaron, “tuve que pararme solo con los que en ese momento se sumaron”.
Un grupo de reporteros se arremolinaron a su alrededor, y serenamente el fundador de las autodefensas se dispuso a responder al ataque de preguntas que lanzaron en su contra. Comienza explicando que, en la Tenencia Felipe Carrillo Puerto del municipio de Buenavista (La Ruana) “las cosas van bien”, pero le preocupa lo que pasa en el estado, aunque reconoce que el gobierno del estado y la federación “están trabajando duro” para recuperar el control de la tierra caliente.
Mira a los jóvenes (y no tan jóvenes) a su alrededor y con una tímida sonrisa compasiva les dice, “les recomiendo a los periodistas que no se callen; sigan hablando, pero tengan mucho cuidado”. “El crimen organizado, continúa, está tratando de callar a los periodistas que se atreven a hablar con la verdad de lo que está pasando”.
¿Quién los está callando? “Es el crimen organizado el que los está callando, los está asesinando”. De entre los reporteros surgió otra pregunta, ¿así pasó con Adame? (Salvador Adame, periodista desaparecido en Múgica cuyo cuerpo fue encontrado en el fondo de una barranca calcinado), Hipólito responde, “creo que sí porqué Adame estaba en una región mucho muy peligrosa, como lo es Múgica y Apatzingán”.
Suenan las palabras a nostalgia mientras el coraje se refleja en su rostro. Hipólito rememora a su hijo muerto en combate, a sus compañeros caídos cuando reflexiona, “es lamentable que haya muertos, lo he vivido y se me eriza la piel, lo sufro todos los días como lo sufren más familias, como lo vive la familia de Adame.
Reitera que solo habla de lo que ve, y lo que observa es que la violencia que se vive en algunas regiones de la tierra caliente, o que aparece de forma esporádica en las ciudades más importantes como Apatzingán, “es la reacción del crimen organizado, no quieren que los toquen, no quieren que se les moleste. Hacen una detención y la reacción es bloqueos, quema de vehículos, cortar cabezas, mutilar personas, para tratar de intimidar al gobierno y a la sociedad”.
Hipólito Mora, es un hombre entero y discreto que evita los reflectores. Sin estridencias responde a las preguntas, y concluyendo vuelve al pueblo a cumplir con sus deberes.