Por: Juan José Rosales Gallegos
Morelia, Michoacán a 21 de marzo de 2017.- El gobernador estaba sonriente, tranquilo, tanto así que bromeó con reporteros que se encontraban en las puertas del palacio municipal. Su actitud revelaba que tenía control pleno de la situación. Alfonso Martínez, en un costado del ejecutivo estatal, tenso en su rictus, las manos en su espalda y un poco encorvado. Una sonrisa forzada lo acompañó durante ese breve momento en el que esperaban la llegada del comandante de la XII Región Militar, General, Miguel Ángel Patiño.
Cuando el militar llegó, cerraron el portón de palacio y comenzó la instalación del grupo coordinación por la seguridad de Morelia. Al término de esta sesión de trabajo, municipio y estado, emitieron un comunicado conjunto en el cual se destacó, “total apertura y disposición de trabajar de manera coordinada para garantizar el orden público y la tranquilidad de los morelianos”.
Aureoles y Martínez, fueron mesurados al momento de emitir declaración, y ambos resaltaron la importancia de la coordinación y el trabajo en equipo, anteponiendo ante todo la seguridad de los morelianos. Todo bien, hasta que los reporteros colocaron frente a Bernardo León Olea una grabadora.
El discurso del Mando Único y la negativa del municipio a adoptarlo volvió, y regresó porque León Olea es el principal opositor a este esquema, “no habrá problemas de coordinación, con o sin mando único”, declaró. “La policía de Morelia, se queda en Morelia”, estableció tajante; además tiró línea a las corporaciones, “estrategias precisas compartiendo información e inteligencia para lograr una sólida estrategia contra el crimen”.
Algunos funcionarios improvisados en la alcaldía moreliana en lugar de ayudar, estorban.