JJROSALES

El regreso a clases llueva truene o relampaguee.

Carla González Analista político, Gestor Cultural

Actualmente la estadística indica, que en México, 80 mil personas menores de 15 años han adquirido covid-19 y 641 mil más, de entre los 15 y 29 años. Estos datos, se obtienen de jóvenes inscritos en escuelas públicas y privadas, desde la educación básica hasta la profesional, aclarando que estas cifras de enfermos son sin siquiera haber asistido a clases presenciales.

Esto, resulta imprescindible que sea tomado en cuenta, ante la imposición por parte del inquilino de Palacio, quien afirma que el regreso a clases se dará sí o sí, sin importar si se cuenta con las condiciones para ello. Sin embargo, al momento en que escribo estas líneas, no se tienen claros los protocolos con los que contarán padres de familia, alumnos y maestros o quién asumirá las consecuencias del éxito o el fracaso de éste.

Algunas instituciones como la Universidad Autónoma de México UNAM, se ha pronunciado que el regreso a clases presenciales sea cuando el semáforo epidemiológico se encuentre en verde. Del mismo modo, el Instituto Politécnico Nacional indicó, que el regreso a clases presenciales se dará hasta la segunda mitad del ciclo escolar, o sea, en enero del 2022. En este sentido, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo estableció que el ciclo escolar se llevará a cabo de manera virtual sin embargo considerarán el sistema híbrido, en aquellas actividades que ineludiblemente así lo requieran.

Por lo cuál considero sumamente importante reflexionar si en la ciudad de Morelia será imprescindible adoptar esta medida para los estudiantes de educación básica. ¿A quién compete el análisis para está toma de decisiones? Hablar de un regreso a clases sin una capacitación previa a alumnos y maestros, sin tener claro qué significa el que será voluntario, ¿esto aplica solo para los alumnos o aplica también a maestros y directivos? y ¿cómo impactará a aquellos que decidan no asistir?Cuáles serán entonces los canales para comunicar a los alumnos si su escuela estará abierta. Que será híbrido, o sea ¿qué algunos días sí habrán clases? O… ¿sí algunos niños asistirán y otros no? Y por último, que será escalonado, pero no pude encontrar el cronograma de las escuelas, donde indique las fechas o las estrategias para que esto se lleve a cabo.

En síntesis, no hay información suficiente para que se pueda realizar un regreso a clases presenciales masivo; nos encontramos ante un repunte de covid 19 importante, en el que los contagios a menores va en aumento; muchas de las escuelas se encuentran en malas condiciones o con falta de agua, algo fundamental para mantener la higiene, cómo el lavado de manos, sin dejar de lado que en muchas de ellas la matrícula es de hasta 40 niños por aula; los niños no están vacunados y los profesores fueron inoculados con una vacuna de la que se duda mucho sobre su eficacia.

La última palabra la tienen las autoridades locales y los padres de familia, que al final del día serán los que se verán afectados si resulta un contagio masivo en sus planteles. Por lo que, analizar de manera seria y formal sobre si los niños regresan o no a las aulas debería ser lo fundamental. Preservar la vida de niños y jóvenes no debe ser una decisión política, la salud no se conserva por decreto, mucho menos sin protocolos ni presupuesto.

Carla González Analista político, Gestor Cultural

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