Este pasado viernes Santo, Morelia se inundó de tradición religiosa, magia y misticismo, en el marco de la celebración de la Semana Santa y con el regreso de la tradicional Procesión del Silencio que impulsó el Gobierno Municipal, a cargo del presidente, Alfonso Martínez Alcázar.
Se trata de un evento que se ha colocado y consolidado como uno de los eventos religiosos y culturales más importantes de Morelia y más famoso de México, que este año retomó sus actividades en la capital michoacana, luego de dos años de suspensión por Covid-19.
Con el recorrido realizado por 2 mil participantes fieles devotos que cargaban diferentes imagenes de Cristo y discursos de reflexión sobre cada imagen que representa el Vía Crucis, el olor a incienso, el sonido de los tambores, las 18 cofradías de matraqueros, las 7 saetas y las 7 mil luces de las velas que la Secretaría de Turismo repartió, Morelia brilló de forma sinigual.
En las calles del centro histórico se dieron cita un aproximado de 60 mil personas entre habitantes, fieles y turistas, para presenciar cada momento de la Procesión del Silencio, una tradición y acto de Fe, que se apoderó de la ciudad de la cantera rosa y el silencio de los presentes se hizo unánime para conmemorar la “Pasión y Muerte de Cristo”.
Morado, rojo, cafe, dorado, negro y blanco fueron los colores que portaron en su vestuario las Cofradías de los matraqueros y los encapuchados, cuya vestimenta simboliza el luto.
Al respecto, Alfonso Martínez Alcazar expresó que «después de dos años que se interrumpió finalmente regresó el evento y regresó con fuerza, queriamos que las familias salieran a las calles de la ciudad a vivir de esta experiencia y lo más importante es que también contamos con la presencia de mucha gente del interior del estado, del país, vimos a muchos extranjeros que han decidido vivir este momento con nosotros en morelia y por eso estamos muy contentos».