Con flores, veladoras y el dolor que provocan los recuerdos, víctimas de los atentados terroristas del 15 de septiembre del 2008 rindieron homenaje a quienes perdieron la vida a causa de las granadas de fragmentación que lanzaron desconocidos hace 15 años en la Plaza Melchor Ocampo y en la avenida Madero de Morelia.
Por segundo año, el sentido recordatorio inició en la esquina de la “calle real” con Quintana Roo, donde las esquirlas arrancaron la vida a Gloria Álvarez y Alfredo Sánchez.
Solidarios, el resto de los afectados se trasladaron hasta el sitio donde se guardó un minuto de silencio, con la presencia del secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña y el secretario del ayuntamiento de Morelia, Yankel Benítez Silva.
De manera sorpresiva, tomaron la palabra sus deudos, quienes se sintieron acompañados en su dolor.
La señora Margarita recordó que en ese lugar falleció su esposo, Alfredo Sánchez, y Gloria, la esposa del señor Rafael Bucio, quien solo señaló que “la vida sigue” y pidió que “año con año” se mantenga el recuerdo en ese mismo sitio.
En la Plaza Melchor Ocampo, hombres y mujeres participaron en el acto solemne que encabezó también el encargado de la política interna en el estado, así como el secretario municipal.
Algunos en sillas de ruedas, otros con muletas y la mayoría con las esquirlas que están incrustadas en su cuerpo desde hace quince años, permanecieron estoicos en la plaza donde el hecho violento transformó su vida para siempre.
Autoridades y víctimas hicieron guardia de honor en el lugar donde cayó la granada que acabó con la existencia del niño Ángel Uriel Herrera García, así como de Leticia Tapia Guerrero, Elisa Guerrero García, María del Pilar Navarro Mendoza, Martha Quintero Brambila y Juan Antonio Ríos Pescador.
Este año, la muerte de la señora Rita Alvarado representó una pérdida irreparable para el grupo; las esquirlas le provocaron una infección generalizada en el cuerpo que no pudo superar.
Pese al dolor, su esposo José Ángel acudió como una manera de recordar el empuje y las ganas de vivir que siempre mostró la mujer ante las adversidades.
Erik es hijo de Margarita y el señor Alfredo Sánchez, quien falleció en el cruce de Madero y Quintana Roo; es la primera vez que acompañó a su mamá al acto solemne en recuerdo de su papá.
Margarita reconoció el cuerpo de su esposo Alfredo a través de una transmisión de televisión, ya que ante el caos que generó la explosión de la granada perdieron contacto esa noche fatídica.
Erik supo lo ocurrido hasta el día siguiente, ya que trabajó por la noche y no le era posible salir, ni siquiera recibía llamadas.
Ante la ausencia del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla a este acto, el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña explicó que tenía considerado asistir, pero de último momento tuvo que atender otras “actividades programadas”.