•Durante la conferencia y workshop del fotógrafo se mostró la elaboración de algunas fuentes de iluminación y el uso de instrumentos y dispositivos.
Morelia, Michoacán.- El interés, la diversión y el estímulo creativo son elementos siempre presentes al momento de producir alguna pieza por medio del Light Painting, expresión fotográfica que sirvió como tema para que el artista visual Guillermo Wusterhaus ofreciera una conferencia y workshop en el Centro Cultural Clavijero, recinto en donde actualmente expone “Mirada infinita. 25 años”, muestra retrospectiva que incluye 8 obras de gran formato elaboradas a través de dicho procedimiento.
Nacido en la Ciudad de México en 1963 en donde aprendió desde adolescente el arte de la fotografía, Wusterhaus Cortés indicó que Light Painting es considerado como un movimiento fotográfico y ha tenido impacto mundial desde la revolución de la iluminación, es decir en 2010, con los cambios en las técnicas y fuentes de iluminación artificial, lo que a su vez impactó en la expresión fotográfica.
El experimentado creador agradeció a Sandra Aguilera, responsable del Centro Cultural Clavijero, por la oportunidad de desarrollar esta dinámica. Agregó que la Directora le propuso coordinar una actividad luego de observar las obras elaboradas a través de Light Painting.
El también fotoperiodista, quien trabajó en diversos diarios michoacanos, agregó que entre estos avances está la iluminación por led, el almacenamiento de energía en pilas recargables, mayor amperaje, durabilidad e intensidad en los dispositivos de iluminación lo que ha provocado una serie de cambios en la forma de hacer fotografía; de eso se trata el Light Painting iluminar totalmente a mano.
También indicó que como en toda expresión artística, el Light Painting está al alcance de todos y pretenden difundirla para ‘encender’ la inquietud de la gente creativa, pues no es fácil dominarlo ya que se deben poseer conocimientos de fotografía y ensayar, conocer y, en algunos casos, adquirir las fuentes de iluminación.
Wusterhaus quien coordina Fotónika, colectivo interdisciplinario surgido en 2015, expresó que en este tipo de conferencias y worshop se muestra la elaboración de algunas fuentes de iluminación y el uso de algunos instrumentos y dispositivos, todo ello de manera accesible a todo público.
Catedrático de las diferentes universidades para las licenciaturas en Ciencias de la Comunicación, Diseño de la Comunicación Gráfica y Medios Interactivos, Guillermo Wusterhaus explicó que a manera de introducción, la conferencia abarcó los orígenes del Light Painting, surgido a principios del siglo XX; el abc de la técnica, es decir qué elementos que se deben cuidar en el proceso de aprendizaje y por último, la actualidad y la parte estética, es decir por qué encantan y seducen este tipo de imágenes así como los valores en la composición que más se explotan, las formas geométricas, el manejo de la dimensión, la saturación de colores y en este caso, lo que manejan más en Fotónika, la intervención de espacios reales, aspecto que pueden apreciar en la citada exposición.
Recintos morelianos como el Centro Cultural Clavijero, y el Acueducto el Palacio Municipal, fueron intervenidos con fuentes de iluminación artificial a partir de extra expresión, a la cual se suma la sensibilidad del ser humano desde la interpretación de los espacios, las características de una fuente de iluminación, el colorido y la dimensionalidad.
El fotógrafo y artista explicó que si bien el nombre remite a “pintar con luz”, lo que podría pensarse que es una actividad de un dibujante, literalmente no es apropiado, ya que el Light Painting no maneja pigmentos, lo que se ‘explota’ es el color luz, es decir, que se manejan fuentes de iluminación de manera manual, se aplica luz sobre un fondo oscuro mientras que la pintura conlleva la aplicación de colores sobre un lienzo blanco, de ahí que se programe de diferente manera al imaginar las obras a realizar.
De esta forma el fotógrafo compartió sus conocimientos con los 20 participantes inscritos en esta sesión, en la que Wusterhaus contó con el apoyo de Packo Porcayo, artista visual, escultor y pintor, y Ruber Dan Cázares, fotógrafo y productor de video, también integrantes de Fotónika.