Ocho minutos maravillosos de Kai Havertz desarmaron al Lille y pusieron la eliminatoria de octavos de final de la Champions League a punto de caramelo para el Chelsea, que irá a Francia con un cómodo 2-0 en el global.
Thomas Tuchel tomó la importante decisión de prescindir de Romelu Lukaku después de su desastroso partido del fin de semana, en el que solo tocó la pelote siete veces (récord histórico de la Premier League), y le confió la delantera a Kai Havertz como falso ‘nueve’. Arriesgado dejar fuera a la gran apuesta de la temporada, un futbolista de 100 millones. Pero Tuchel acertó. Los ocho primeros minutos del alemán fueron los mejores desde que viste la camiseta del Chelsea. Al menos los más peligrosos. De más a menos y culminados con el gol que allanó el duelo en Londres.
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