Ni para atrás ni para adelante respecto a la clasificación. Problemas con el auto y un rebase desafortunado marcaron la carrera de Checo Pérez este domingo en el Gran Premio de Miami, donde no pudo subirse al podio y terminó en el cuarto sitio por detrás de los dos Ferrari de Charles Leclerc y Carlos Sainz, segundo y tercero respectivamente, porque el ganador fue Max Verstappen, el coequipero del mexicano en Red Bull Racing.
Pese a que Leclerc largó desde la pole position y Sainz segundo, Verstappen tomó la punta desde la Vuelta 8 y no la soltó, incluso cuando la presión del monegasco fue máxima tras una bandera amarilla quedando 15 giros que hizo todo muy emocionante en una carrera que parecía destinada a un triunfo «caminando» del neerlandés.
¡¡VERSTAPPEN!! ¡¡VERSTAPPEN!! ????
¡Max Verstappen ya supera a Leclerc! ????#F1xFOX
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Esa misma bandera amarilla le dio nueva vida a Checo Pérez, quien en la Vuelta 20 reportó un desperfecto con su monoplaza. «Pierdo potencia», dijo por la radio a su equipo, pero le dijeron que no había indicativo de problema alguno. En ese incidente perdió casi siete segundos en el acecho al español Sainz por el tercer sitio. El incidente de Lando Norris en el que perdió un neumático tuvo a los monoplazas detrás del safety car por cuatro giros para salir todos espalda con espalda.
Al mexicano le ordenaron entrar a pits para cambiar a neumáticos medios y Checo rebasó a Sainz por un momento en la Vuelta 52, pero el mexicano se siguió de largo en el trazado en la frenada. Lo que tanto trabajó se esfumó en par de segundos y el ibérico mantuvo el último lugar en el podio.