La inseguridad y los enfrentamientos de grupos delictivos obligaron a cerca de 800 personas de diversas localidades de Apatzingán a refugiarse en la comunidad “Presa El Rosario” desde hace cerca de una semana, por lo que el párroco Jorge Amando Vázquez Orozco atiende a cerca de 60 en instalaciones de la propia iglesia y el resto está en casas de vecinos, que han recibido a entre 2 y 3 familias cada uno.
Vía telefónica, el clérigo relató que los desplazados decidieron dejar sus casas, ya que están fabricadas por láminas y no las protegían de las lluvias de balas. La mayoría de las familias llegaron de El Llano Grande, el Tepetate y Bateas.
El Párroco aseguró que la confrontación criminal se mantiene en esa zona de Apatzingán, a tal grado que las 3-4 familias que quedaban en el Capire, ya están en proceso de desplazamiento, sobre todo de las personas adultas.
En entrevista, precisó que las familias decidieron trasladarse por “sus propios medios”, sin que hasta el momento se implemente un operativo de seguridad en la zona.
Por ello, llamó a todas las autoridades a la protección de las personas que están a su cuidado, así como a que se les proporcione los servicios básicos, como salud, educación y alimentación”.
El párroco Jorge Armando, descartó sentir temor por la situación de inseguridad en la zona, pero recordó que a casi 3 años de que llegó, es la primera vez que se registra esta problemática de desplazamiento.