Por: Juan José Rosales Gallegos
Morelia, Michoacán a 4 de enero de 2017.- Hay manifestaciones en contra del alza del precio de la gasolina y de las tarifas de energía eléctrica, bloqueo de estaciones de servicio, alcaldías y centros comerciales en Ciudad Hidalgo, Nueva Italia, Apatzingán, Parácuaro, Los Reyes, Morelia, Peribán, Salvador Escalante, Tocumbo, Paracho, Lázaro Cárdenas, Buenavista, entre otros. En Uruapan cerraron también gasolineras y la planta de Pemex. Poco a poco, esta corriente deja de ser una movilización de grupos políticos marginales y se convierte en una verdadera muestra de descontento social que se replica en varias ciudades del país.
En la administración estatal se instruyó a la Dirección de Gobernación supervisar todas las movilizaciones, informando de los bloqueos que ocurran. Al titular de la Secretaría de Desarrollo Económico se le solicitó estar en contacto con los empresarios gasolineros.
Muchos oportunistas de la política, como ocurrió con varios militantes de Morena en la marcha de Morelia del pasado lunes 2 de enero, o el “redes star” Memo Valencia en algunos municipios de la tierra caliente y Lázaro Cárdenas, quieren aprovechar el momento para “llevar agua a su molino”. Su presencia solo desvirtúa el carácter ciudadano que debe tener esta manifestación. También lo hizo el diputado federal del PRD Norberto Martínez.
No se puede negar que algo está pasando. Más allá del carácter visionario de la medida tomada por el gobierno federal, está el pueblo de México ofendido y vapuleado, buscando razones para salir a la calle a mostrar su descontento.
Y el costo de lo que pasa, claro que lo pagará el PRI. No puede eludir su responsabilidad en el alza de la gasolina y la electricidad.