Algunos apuntes sobre el Tercer Informe de Silvano Aureoles
Por: Juan José Rosales Gallegos
Morelia, Michoacán a 26 de septiembre de 2018.- Lo digo convencido, con frialdad e imparcialidad, basado en los resultados que se encuentran plenamente sustentados: A Michoacán no le ha ido mal los últimos tres años. Pero algo está pasando porque la mayoría de los michoacanos, a pesar de que existen todos los testimonios que lo confirman, piensan lo contrario y otorgan una calificación reprobatoria a la administración que encabeza Silvano Aureoles Conejo.
Analicemos parte de la información que el gobernador ofreció en su informe. En materia de seguridad: “Antes de nuestra llegada al gobierno, en varias zonas del estado la autoridad había desaparecido cediendo su lugar a grupos delincuenciales o autogobiernos que impusieron sus propias reglas… en todo el territorio, rompimos la cadena de complicidades y contubernios que se mantuvieron con el crimen”. Lo anterior es cierto, pero la confianza en las instituciones en lugar de mejorar disminuye.
En el tema financiero mencionó: “Iniciamos una rigurosa disciplina para aplicar estrictamente los recursos públicos para lo que fueron determinados. Nos sometimos a un estricto plan de austeridad el cual sigue y seguirá vigente con mucha más fuerza, en la segunda mitad del gobierno. Redujimos los salarios más altos empezando por el del titular del Ejecutivo y se eliminaron gran cantidad de gastos, como pago de telefonía, viáticos, combustible, vehículos, compensaciones, gratificaciones extraordinarias. Adelgazamos una cuarta parte del aparato burocrático mediante la extinción de cuatro dependencias, y 11 organismos descentralizados, sin alterar el funcionamiento del Gobierno”.
Todas las medidas citadas son las que, en su momento, ha dicho llevará a cabo el presidente electo Andrés Manuel López Obrador con su famosa austeridad republicana. En Michoacán se aplican desde el inicio de este gobierno, pero las críticas al gobierno estatal no cesan, el esfuerzo se hace en vano y muy pocos valoran el atreverse a ceñirse estrictamente a una disciplina financiera.
En el ámbito educativo, se logró una inversión histórica, y al decir histórica quiero resaltar que no ha existido jamás un logro de tal magnitud: “Durante estos años se han invertido más de dos mil millones de pesos en la construcción, rehabilitación y equipamiento de más de 2 mil 500 escuelas. Esto significa haber dignificado a uno de cada cuatro planteles en el estado, reemplazado 350 aulas de palitos y reconstruido 11 escuelas dañadas por el sismo pasado.
Las obras ahí están, el beneficio es real y tangible en cada municipio y comunidad donde ha sido intervenida una escuela. Pero el enorme esfuerzo no ha sido suficiente, y se prefiere criticar y señalar deficiencias en la relación laboral con una parte de los que integran este sector, que reconocer un logro auténtico.
Y así podemos seguir citando ejemplos de todo lo que se ha hecho bien, pero que algunos michoacanos no valoran. Algo es cierto y debe tomarlo en cuenta el ejecutivo, lo que no se conoce no se puede valorar. ¿Qué le está fallando, o faltando, a la administración de Silvano Aureoles? Porque el trabajo ahí está.
Todo lo dicho en el informe está sustentado con hechos, pero más se analiza y se discute en la opinión pública el inútil e insultante despliegue de seguridad en el centro histórico de Morelia, que el avance (o retroceso en algunos rubros) que vivimos en el estado de Michoacán.