De la censura disfrazada de “equidad” y el exceso de Photoshop en el PRI
Por: Juan José Rosales Gallegos
Morelia, Michoacán a 3 de abril de 2018.- Hay una severa crisis de credibilidad, los candidatos no generan un ápice de confianza en la población; las promesas y las dádivas ya no son suficientes, los agravios contra los ciudadanos son tan grandes que el descontento generalizado da como resultado el desprecio a todo lo que suene a “política”. Abona a este clima enrarecido la falta de preparación de los aspirantes a algún cargo de elección popular, sus discursos vacíos y sus poses maltrechas.
Iniciaron las campañas por los puestos federales: senado y diputaciones al Congreso de la Unión. Elecciones desiguales en donde el Instituto Nacional Electoral (INE) está más preocupado por el trabajo de periodistas, reporteros y medios de comunicación que por la preparación académica de los candidatos. Elecciones inequitativas, en las que el INE promueve que exista el mismo número de espacios para hombres y mujeres en las boletas, pero no le importa la cantidad de expresiones misóginas y machistas que impiden realmente a la mujer participar en política.
Un derecho humano fundamental, irrenunciable e inalienable es el derecho a la libertad de expresión, un precepto que se coloca muy por encima de los argumentos legaloides del INE para “regular” (según ellos) y lograr una cobertura imparcial, cuando es inherente al ser humano, a su propia esencia, discernir y discriminar para elegir. Todo comentario que de manera personal externa sobre las campañas, partidos y candidatos, lo hago en mi condición de hombre libre.
Iniciemos pues con los candidatos al Senado de la República por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Creo que es una buena elección del tricolor poner a consideración del electorado a dos jóvenes, Ixtláhuac Orihuela y Xóchitl Ruíz. Ambos representan a los grupos que ahora dominan el partidazo en Michoacán, intereses de los dinosaurios que los apoyan, pero son un rostro fresco.
La imagen que se muestra en espectaculares de Orihuela y Ruíz son fotografías demasiado estilizadas y retocadas en exceso. El candidato varón, parece un efebo que espera compañía de su mismo sexo, y la candidata pierde frescura y su verdadero rostro, el que conocen los militantes de la CNOP en la entidad.
Continuaremos con los próximos candidatos en la siguiente entrega.
