A las 11:20 de la mañana, tiempo de México, en una iglesia, localizada en la pequeña población de Sutherland Springs, Texas, a 30 minutos al Sureste de San Antonio, sucedió la peor masacre a mano armada en la historia de Texas, la peor masacre en una iglesia, en la historia moderna de Estados Unidos.
Reportes indican que un individuo, identificado como Devin Patrick Kelley, de 27 años de edad, residente de New Braunfels, Texas; ex soldado de la Fuerza Aérea Americana; vestido de negro, portando un chaleco anti balas y armado con un rifle calibre 23, semi automático, comenzó a disparar afuera de la Baptist Church of Southerland Springs.
Entró y en plena ceremonia abrió fuego indiscriminadamente en contra de los más de 150 feligreses que atendían el servicio religioso.
Hay mucho de que se tiene que hacer en esta investigación. Sabemos que hay 23 muertos adentro de la iglesia. Sabemos que dos murieron afuera y uno mientras era transportado al hospital local. Trayendo el total a 26 muertos. Sabemos que aproximadamente tenemos 20 personas fueron transportadas a hospitales locales y en San Antonio, con heridas que oscilan entre menores a muy graves”, aseguró Freeman Martin, policía estatal de Texas.
Hasta el domingo por la noche, las víctimas no habían sido identificadas, pero sus edades oscilan entre los cinco y los 75 años. Entre ellas, la hija adolescente de 14 años de edad, del pastor de la iglesia. Quien no se encontraba esta mañana con su congregación.
Después de la masacre, Patrick Kelley salió de la iglesia, al parecer para recargar su rifle, pero un residente de esta población, abrió fuego en su contra. Intentando huir chocó su vehículo, en el que fue encontrado muerto.
“Al salir de la iglesia, un residente local tomó su rifle, y confrontó al sospechoso. El sospechoso tiró su rifle, que era un rifle de asalto tipo Rugger y escapó de la iglesia. El residente lo persiguió, y pocos minutos después, respondieron las autoridades policiacas, en la frontera del condado de Guadalupe, donde el sospechoso perdió el control de su auto y chocó fuera de la carretera. Fue encontrado muerto en su auto. En este momento ignoramos si murió por suicidio o si las heridas causadas por el residente lo mataron”, precisó Freeman Martin, policía estatal de Texas.
Esta masacre, recibe una vez más el debate sobre el control de armas en Estados Unidos.
Tras el trágico domingo en Sutherland, hay quienes siguen creyendo que las armas deben de seguir siendo legales. En Texas, es legal cargar este tipo de rifles, de manera abierta y en áreas públicas.
Las armas son importantes para protegerme a mí y a mi familia. Tengo niños, Tengo hijas. Tengo mi esposa, tengo un hogar. Tengo que protegerlos, de una manera u otra. Por eso es importante tener nuestro derecho; second amendment; según amendment. Es importante tenerlo. Pero cuando tenemos estas masacres, tiene que haber una manera para controlar ciertos kits, y ciertas partes para hacer balaceras grades. Y para chequear a la gente, para que no tengan ciertos problemas mentales. Como le van a vender bastantes rifles, o bastantes kits, sin saber que va hacer con ello. Hay que tener manera de controlar eso”, dijo David Márquez, residente de Sutherland Springs.
La población, de menos de 626 personas, es tan pequeña que todos se conocen y dicen, ahí no pasaban cosas como éstas. Sutherland perdió 5% de sus residentes.
“Muchos mexicanos buscan la seguridad en Estados Unidos, y huyen de la violencia que hay en México. Pero se encuentran con la violencia también por sus propios ciudadanos, en Estados Unidos”, mencionó Joel Martínez, residente de Sutherland Springs.
¿Te sorprende que en un país tan civilizado y de primer mundo como Estados Unidos, hay este tipo de masacres y por qué? “, se cuestiona Joel Martínez, residente de Sutherland Springs.
“Pues más que nada, todo es educación. La gente que dispara y mata de esa manera, es de la educación, la mala información de control de las armas. Si esas personas tuvieran más educación de valores, esto no estaría pasando lo que está sucediendo hoy en día”, sentenció Joel Martínez, residente de Sutherland Springs.
Los heridos fueron transportados a diferentes hospitales de San Antonio y escoltados por investigadores de la policía estatal y el FBI. Se desconoce el motivo del ataque, no se descartan motivos raciales, ya que esta iglesia es predominantemente afro-americana.
La masacre sucede exactamente en el aniversario número ocho, de lo que era la peor masacre en la historia de Texas; La de Fort Hood, balacera a manos del coronel del Ejército de Estados Unidos, Nidal Hasaan, quien, en nombre del Estado Islámico, masacró a 13 soldados americanos en la base al norte de San Antonio.
El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, considera que el tiroteo ocurrido este domingo en una iglesia baptista en Texas, en el que murieron unas 26 personas, tiene que ver con problemas de salud mental.
Trump dijo que «la salud mental es el problema» con lo que deja de lado la posibilidad de considerar un cambio de política en el control de armas. La organización Gun Violence Archive (GVA), registró en 2016 un total de 58.221 casos de violencia armada en EE.UU., en los que murieron 15.059 personas.
«Ha sido un ataque espeluznante en una iglesia de una zona preciosa; qué triste, quién podría pensar que algo así podría pasar», señaló el mandatario estadounidense en medio de su gira por Japón. Este seria el cuarto tiroteo más letal en la historia de EE.UU.