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Que uno de los 5 asesinara a los otros para reclutamiento en el CJNG, hipótesis sobre caso Lagos de Moreno

Morelia, Michoacán. En el estado de Jalisco los grupos delictivos como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa continúan con la disputa del territorio, la violencia generada por esta disputa ha traído como consecuencia el reclutamiento forzado de personas.

David Saucedo Torres, consultor en seguridad, explicó que “desde hace unos dos años en distintas regiones aledañas a Lagos de Moreno hay centros de entrenamiento y de reclutamiento” del CJNG.

Las áreas federales de inteligencia explicaron que en Jalisco algunos de esos centros son manejados por el CJNG para reclutamiento forzado de personas, esos centros ofertan empleos en empresas fantasma para atraer a jóvenes con sueldos bien remunerados y prestaciones laborales atractivas.

Expuso que el grupo criminal “ha hecho de Lagos de Moreno una de sus zonas de operación, específicamente de reclutamiento y formación de cuadros de sicarios”.

El especialista dijo que, con base en la información disponible hasta el momento y con la mecánica de lo ocurrido, “los cinco jóvenes que fueron secuestrados todo indica que se trató de una dinámica de entrenamiento del Cártel Jalisco, que pone a prueba a los nuevos reclutas, obligándolos a que cometan asesinatos”.

Indicó que, en ocasiones, a quienes reclutan forzosamente los obligan a asesinar con el objeto de demostrar valor, arrojo y fidelidad al CJNG, y sangre fría para poder cometer atrocidades.

Saucedo Torres indicó que, de acuerdo con el video que circuló en redes sociales, da la impresión de que uno de ellos fue sometido a esta prueba, la cual “en algún momento habría salido mal y los sicarios habrían tomado la determinación de asesinarlos a todos”.

La dinámica de reclutamiento del CJNG

El canal de noticias Telemundo realizó una entrevista a un sicario perteneciente al (CJNG) de la sierra de Talpa de Allende, Jalisco. En donde lo llevaron a “la escuela del terror”, es decir, un narco campamento donde los entrenan para ser “los señores del terror”.

De acuerdo al presunto sicario identificado como “Francisco” (no es su nombre real), estos centros de reclutamiento los hacen “vivir el terror”, desde comer carne humana, descuartizar personas hasta dormir al lado de un cadáver.

Los reclutas enfrentan pruebas físicas y mentales, reglas y castigos, además de enseñarles el manejo de armas y cómo desaparecer un cuerpo, requisitos que deben cumplir para pertenecer al CJNG, en donde “por un error te quitan la vida”.

Por medio de una llamada o algún tipo de contacto previo contactan a los nuevos reclutas ofreciendo un trabajo como guardia de seguridad, en donde por un adiestramiento les ofrecen 3 mil 500 pesos más viáticos por cuatro semanas, solo tienen que llevar papeles básicos, como una cuenta de banco y actas de nacimiento.

En la entrevista de Telemundo a Francisco, una vez que aceptó el puesto lo citaron en un lugar junto con diferentes personas más, las cuales fueron trasladados y tuvieron varias paradas en diferentes rutas, en alguna les dijeron una vez arriba del camión no hay vuelta atrás.

Los ‘bautizos’ del CJNG

De acuerdo con Francisco, relata que al llegar a la “escuela del terror”, les hacían desnudarse completamente, mientras revisaban sus cosas, los mojaban y los electrocutaban con una batería de carro para que se quemara el micrófono en caso de traer uno.

Estaban en el lugar para recibir un adiestramiento en armas, por lo que les asignaron nombres y apodos a cada uno, además les presentaron 3 reglas para el manejo de armas: la primera, el dedo siempre fuera del gatillo; el segundo, revisar que no tenga tiro arriba el arma, y por último, saber usarla.

Uno de los reclutas que tenían nervios y no podían realizar las cosas de manera rápida le dispararon dando el ejemplo de que “así acaban los cobardes”, mientras el hombre aún continuaba con vida, obligaron a los reclutas a descuartizar el cuerpo y destrozar su cabeza con una piedra.

Quienes llevaban más tiempo les mencionaron que la regla número uno es que sin cuerpo no hay delito, por lo que en un hueco en el suelo prendieron una hoguera y tuvieron que tirar los trozos de carne sin el hueso para que se quemara más rápido.

El descuartizar a otro de los reclutas era solo una parte de la iniciación, puesto que a los nuevos reclutas los obligaron a comer un pedazo de carne humana sin vomitar, ya que ese era su bautizo.

Los que sobreviven al supuesto entrenamiento, son los reclutados al cártel.

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