La última revelación que Layda Sansores, gobernadora de Campeche, lanzó al dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Alito Moreno, pareciera haber dado un giro de 180 grados.
El intento de la campechana por (insistir) en desprestigiar la imagen del político ya le costó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) por presunta violencia de género luego de revelar que posee fotografías íntimas que legisladoras priistas habrían enviado a Alito.
“Cuidado diputadas, algunas mandaron fotos, unas hasta desnudas, y creen que él las va a cuidar y va a proteger estas fotos (…) Él no tiene escrúpulos”, confirmó la mandataria, recalcando que procuraría la protección de las mismas para que no fueran filtradas.