Por Sarah Ontiveros
Aún nos encontramos en el marco de la semana del #25N, donde se llevaron a cabo diversas movilizaciones alrededor del país, esto para exigir la eliminación de la violencia contra la mujer; ya que, tan sólo en México los feminicidios aumentaron un 7.1% en el 2021 y las violaciones un 30%. Además de que en tiempos de COVID-19, de acuerdo con ONU Mujeres se registró que aproximadamente 2 de cada 3 mujeres padecieron algún tipo de violencia o conocían a alguna mujer que la padecía durante esta pandemia.
Entendemos por violencia de género cualquier acto basado en la desigualdad de los hombres hacia las mujeres. La violencia de género tiene muchas caras y a pesar de que muchas suenan más que otras, existen otros tipos que no podemos dejar a un lado, entre ellas la violencia económica, laboral, institucional, sexual, en línea o digital, etc.
En este caso, hablemos de la violencia sexual en las distintas plataformas digitales. Primero debemos definirla como “todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, acciones para comercializar o utilizar de cualquier modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independiente de la relación con la víctima, en cualquier lugar o situación.” Mientras que la otra parte, las plataformas digitales son todas aquellas redes sociales que utilizamos en nuestro día a día, tales como WhatsApp, Facebook, Messenger, YouTube, Google, etc. Por lo tanto, la violencia sexual en línea refiere a todas aquellas agresiones de carácter sexual relacionadas con las distintas tecnologías.
Utilizamos estas plataformas para comunicarnos con otrxs, entre otras cosas; sin embargo, en muchas ocasiones, estas terminan convirtiéndose en un “arma de doble filo”, por un lado, nos ayudan a mantenernos informadxs, comunicadxs y hasta nos ayudan a divertirnos y por otro lado, tenemos al alcance de un solo click, páginas de internet específicamente de pornografía, donde es conocido por muchxs que aquí se registra contenido de pornografía infantil, delitos de violación, filtración de fotos o videos íntimos de chicos, chicas, chicxs, entre muchos otros.
Existen diferentes maneras de vivir nuestra sexualidad a través de redes sociales, la más conocida es el “Sexting” actividad que consiste en enviar fotos o videos íntimos generalmente de manera consensuada. El Sexting es una práctica y herramienta la cual incrementó su uso en tiempos de pandemia. Sin embargo, a partir de esta actividad pueden surgir diversas situaciones de violencia sexual, ya que muchas veces, puede llegarse a esta práctica por medio de amenazas, chantajes, etc. O bien, después de esta práctica, una de las partes puede comenzar a recibir amenazas relacionadas con la difusión de su intimidad.
El hecho de realizar una actividad consensuada como el Sexting con otra persona, no le da derecho de exponerte, amenazarte o chantajearte con las mismas, ya que este contenido lo compartiste con una persona, depositando en él/ella/ellx la confianza de que ese contenido no saldría de su respectivo dispositivo.
El problema de que las plataformas digitales son un “arma de doble filo” recae en que todxs podemos ser víctimas de un delito de violencia sexual; no sólo hablamos de violencia sexual digital al referirnos a un único tipo de violencia, al menos de manera digital se deslindan aproximadamente 13 tipos de agresiones sexuales, las cuales van desde el acceso o control no autorizado de tus cuentas hasta amenazas, extorsión, acoso u omisiones por parte de actores con cierto poder regulatorio.
Cabe mencionar que, existe un registro donde se observa que, al menos 25 de cada 100 jóvenes han sido víctimas de algún tipo de agresión sexual en línea, considerando a la población de entre 12 y 20 años como el grupo más vulnerable ante estas agresiones, mismas que son ocasionadas por los mismos compañerxs de las víctimas menores (aproximadamente un 80%) pero tampoco podemos excluir el hecho de que al menos el 20% de estos ataques son cometidos por adultos para con menores.
Ahora, después de conocer algunas de las cifras relacionadas con las agresiones sexuales en línea ¿Sabes cómo combatirlas y a quién o a dónde acudir en caso de ser víctima de alguno de estos?
Podrá parecer algo que no funcionaría, pero no está de más tenerlo como una opción para mantenernos segurxs; al mandar fotografías o vídeos íntimos, se puede agregar una pequeña marca de agua o algún distintivo en la misma, para que en caso de que este contenido sea compartido sin tu consentimiento puedas saber quién es el responsable. Ahora bien, en caso de que recibas amenazas, chantajes, o difundan tus fotografías o vídeos puedes consultar en el código penal de tu entidad los artículos relacionados con delitos sexuales en línea, mismos en los que encontrarás los artículos que hablen de la “Ley Olimpia” la cual es un conjunto de reformas legislativas encaminadas a reconocer la violencia digital y sancionar los delitos que violen la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales. Donde encontrarás las conductas que atentan contra la intimidad sexual y su respectiva sanción: video grabar, audio grabar, fotografiar, o elaborar videos reales o simulados de contenido sexual de alguien sin su consentimiento; exponer, difundir, distribuir, exhibir, intercambiar o compartir contenido sexual íntimo de una persona a sabiendas de que no existe consentimiento para hacerlo, así como amenazar con difundir estos contenidos.
A pesar de que en los distintos códigos nunca encontraremos como tal las palabras “ley Olimpia” podemos investigar y dar con el título y los artículos específicos donde se encuentra lo relacionado con la misma. En el caso del Estado de Michoacán lo encontramos en el capítulo II: Ataques a la intimidad, en los artículos 195 y 195 bis.
Para combatir estos tipos de violencia es necesario unirnos, informarnos, protestar, denunciar y exigir justicia para así terminar con la violencia contra las mujeres y niñas del mundo, recordemos que el 25 de noviembre se conmemora el Día internacional por la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres, en honor a las Hermanas Mirabal, las cuales se enfrentaron a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo (Ex presidente de República Dominicana) y fueron brutalmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960.
“Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”
-Minerva Mirabal.
