Por: Fátima Miranda.
Ayer 23 de septiembre que se conmemoró el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de Morelia invitó a eliminar esta práctica y a hacer lo que esté en manos de cada uno para concientizar a todos sobre las consecuencias de este crimen que afecta a miles de personas en el mundo.
Destacó que los grupos delincuenciales capten a sus víctimas a través de anuncios falsos prometiendo mejores condiciones de vida pero acaban por vender a las víctimas para hacer trabajos forzados. Refirió que las víctimas de estos delitos sufren condiciones degradantes como privación de su libertad, violencia, abuso sexual, embarazos no deseados, abortos inseguros y tratos crueles e inhumanos. La explotación sexual y el tráfico de personas constituyen un ultraje vergonzoso a la dignidad humana y una grave violación de los derechos humanos fundamentales.
Expuso que el Concilio Vaticano II refiere que la esclavitud, la prostitución, la trata, y el trabajo forzado ve en los seres humanos meros instrumentos de lucro, no se les da un trato como personas libres y responsables, que son oprobios que, al corromper la civilización humana, deshonran más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son totalmente contrarios al honor debido al Creador.
Añadió que el alarmante aumento de la trata de seres humanos es uno de los problemas políticos, sociales y económicos urgentes vinculados al proceso de globalización y representa una seria amenaza a la seguridad de cada nación y es una cuestión de justicia internacional urgente.